Sierra de Gata y campos de Azaba y Argañán

Por lo anterior es fácil deducir que los materiales de las construcciones son la piedra en los muros, la teja en las cubiertas y la madera en las carpinterías y armazón interior. La piedra aparece generalmente en forma de mampuesto aunque a veces este se presenta muy cuidado y, en las casas más modernas o de mayor nivel económico, escasas, llega a aparecer en forma de sillería; lo más común es el mampuesto y los muros de lajas de pizarra donde esta roca es dominante.
Los edificios más antiguos, hoy totalmente abandonados, eran lo que hemos denominado casas-cuadra, de una planta con un programa de vivienda escaso (cocina y uno o dos dormitorios), ahora transformados en cuadras o remodelados. La casa más común es la que desarrolla la vivienda en una o dos plantas, la primera con aprovechamiento bajo cubierta para trastero, almacén de productos agrarios y secado de éstos, y la segunda reparte la cocina en la planta baja con las dependencias auxiliares y los dormitorios en la planta superior. Es frecuente que el portal de acceso se encuentre o remetido de la fachada o protegido por un pequeño porche sobresaliente de la misma. En algunos casos, en las casas de dos plantas la puerta se remete y se aprovecha para superponer un balcón o corredor a línea de fachada; en otras ocasiones éste se crea encima del porche o cuerpo sobresaliente que protege la puerta.

La transformación de las casas ha supuesto la reconversión de los sobrados y desvanes en vivienda, el abandono de las cuadras y su adaptación, en muchos casos, para casa, y la creación de jardines en los patios o corrales.
Territorialidad
Las poblaciones de esta parte de Salamanca son por lo general de un tamaño pequeño o medio y viven todas ellas a la vera de la capital, Ciudad Rodrigo; suelen presentar calles bastante amplias y aparecen como un contorno agrupado y casi cerrado, formando, en los casos más grandes, barrios, como en el Saúgo, donde el arroyo Navacervera divide la población. En ésta dominan los muros de lajas, algunos muy bien construidos con piedras de gran longitud; los tejados tendidos dan a la población una imagen característica de la comarca; destacan, además, los portones de las cuadras, agrupados a un lado del pueblo, todos ellos con un respiradero encima, lo que volvemos a ver en Martiago. En Ituero, El Bodón y La Encina se conservan bastantes edificios de planta baja, muchos de ellos con la puerta protegida o cobijada por muros laterales y un tejadillo. Sin embargo Fuenteaguinaldo destaca por los edificios de dos plantas en los que aparecen los balcones o corredores sobre la puerta de entrada.

La capital, Ciudad Rodrigo, es un importante centro comercial y turístico; «las viviendas tienen una altura de 3 ó 4 plantas. Los materiales son, la piedra del lugar en la planta baja, piezas de cantería o mampuesto o revoco en las plantas superiores. Los apoyos de los balcones son de dos tipos, de piedra con molduras o con canecillos de piedra». En medio de este caserío aparecen algunas construcciones, pocas, de tipo agrícola y algún edificio de planta baja, testimonio de lo que fue el entorno de la villa. En diversas casas aparecen ventanas y balcones en esquina que tienen su origen en casas señoriales. Se conservan escasos ejemplos de la arquitectura rural, en el interior de la ciudad, que nos habla de un pasado cercano ligado a la agricultura.
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