El Reino Olvidado

Este diario es la crónica de un país olvidado, el seguimiento de su huella histórica, cultural y artística en España y en Europa.

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ex gente susarrorum

jueves, octubre 12, 2006

El Bronce Final astur

En Centroeuropa el paso del Bronce Medio al Bronce Final queda marcado por la aparición de los Campos de Urnas, caracterizada por el ritual de cremación y la introdución de una organización social de tipo gentilicio, que se expande por buena parte de Europa incluyendo el Noreste de la Península Ibérica. Los avances metalúrgicos asociados a esta cultura (nuevas aleaciones, fundición mediante cera perdida, armas y útiles con matriz tubular, recipientes de chapa de bronce) son asimilados por los talleres broncistas de las costas atlánticas alcanzando el Noroeste por medio de un renovado comercio, especialmente por intermediarios bretones y aquitanos.

La primera etapa del Bronce Final da comienzo a finales del siglo XIII a.C permaneciendo el occidente peninsular aislado de los Campos de Urnas y de las transformaciones de éste en el Atlántico hasta finales del XI. Por tanto son muy pocos los conjuntos metálicos que podamos atribuir a este periodo. Uno de ellos es el de Otero de Valdevimbre, integrado por cuatro piezas arcaicas (dos hachas planas y dos puñales triangulares con orificios en la base) y otras cuatro posteriores (una lanza de enmangue tubular, un regatón de similar diseño, un pequeño yunque y una sierra de cinca o de arco) que denotan un origen septentrional atlántico. Desde el siglo XII el occidente de la Península supera el aislamiento del Bronce Medio y se incorpora al nuevo mercado atlántico.

En el Bronce Final II (entre el 1100 y el 900 a.C) los elementos metálicos se multiplican considerablemente. Los fósiles guía para este periodo van a ser unas espadas de hoja pistiliforme imitación en talleres locales atlánticos de espadas tipo Hemigkofen, muy populares entre las gentes centroeuropeas. Estas espadas no faltan en elNoroeste peninsular, foco ya plenamente incorporado en el Bronce Final Atlántico donde se reconocen preferentemente en Galicia, Asturias, Norte de Portugal y León. Nuestros ejemplos serían la asturiana de Sobrefoz (Ponga) y las leonesas del Esla, Veguellina de Órbigo, alto Cea y Cabrera.

La relación de objetos metálicos del Bronce Final, principalmente espadas, con zonas muy próximas a las aguas o en los lechos de los propios cauces es un hecho bastante frecuente, una práctica de origen nórdico y occidental, de raigambre neolítica, que en la Europa Septentrional alcanza la Edad media y un especial impulso durante el Bronce Final. Mientras las espadas Hemigkon, inspiración de nuestras pistiliformes aparecen en Centroeuropa en tumbas, en las atlánticas lo hacen en los ríos lo que, unido a que en el área atlántica no se conocen necrópolis, evidencia que el intercambio atlántico no se reduce a instrumentos y tecnologías, sino también un considerable caudal ideológico.

Casi con toda seguridad, durante el Bronce Final II los talleres broncistas del Noroeste fabricaron las típicas hachas de talón hispánicas, con una y dos anillas, aún cuando su producción no cesara y hasta posiblemente alcanzara su punto álgido en el Bronce Final III. La ubicación de los hallazgos, costera o en territorio minero, apunta la incidencia de lo atlántico sobre el sector marítimo y su conexión con los mecanismos distributivos del metal cuprífero: Molejón (Vegadeo), Los Oscos, Valabilleiro (Grandas de Salime), Cangas de Tineo (Cangas de Narcea), Larón (cangas de Narcea), Pena (Tineo), Alava (Salas), Malleza (Salas), Santullano (Somiedo), Teverga, Lana, Los Falares (Lena), Sofaxera (San Pedro de Nora), Brañas (Oviedo), Avilés, Perlora, Langreo, Sotrondio, Tiraña (Laviana), El Condao (Laviana), Pruneda (Nava), Rasa de Luces (Colunga), Lastres, Campo de Caso, Cangas de Onís, Caldueño (Llanes), Serouro (Ibias), Astorga, Cofiñal, Cornombre, Manzaneda de Omaña, Ponferrada, San Emiliano, Torneros de la Valdería, Villaverde de Arcayos, Camposalinas, Cistierna, La Bañeza, Mondreganes, Pontedo, Santa María del Río, Toreno, Vega de Valcarce, Villamizar y Villasabariego.

Una asociación bastante frecuente en las tierras del alto y medio Duero es la del hacha de talón con apéndices laterales o muñones, extendidas por León, norte de Zamora, Palencia y Asturias. Nuestros ejemplos son Los Mazos (Allande), Almanza, Cea, Mirantes de Luna, Oblanca, Posada de Valduerna y San Justo de la Vega.

Podemos vincular a esta etapa otras manufacturas de cronología más ambigua como el conjunto de lanzas tubulares de represa, una lanza rota por el tubo de castro maragato de Revilla, puntas de lanza de Ponga y Bembibre y brazaletes como los de Llamero (Candamo) y Astorga.

A partir del 900/850 a.C., las espadas de lengua de carpa sustituyen a las pistiliformes y da comienzo la etapa del Bronce Final III. Como ejemplo tenemos la espada de Villafranca que puede fecharse en la 2ª mitad del siglo VIII a.C. Reúne rasgos atlánticos de tipo Venat y otros del Este, propios de ciertas armas del Mediterráneo central.

En torno al 800, los talleres del Noroeste alcanzan el punto culminante en la producción de hachas de talón con anillas, en las que se detecta el uso de aleaciones ternarias (cobre, estaño y plomo) en su fundición, con cierto paralelo con el Bronce Final III de otros territorios atlánticos, acreditándose su pervivencia en el territorio astur tanto de estas herramientas como de las hachas de apéndices laterales y que ya se venían fabricando en talleres locales, como el de Soto de Gusendo de los Oteros. El exceso de plomo de estas hachas las hace más pesadas e inútiles como instrumento, aunque también más baratas y fáciles de trabajar.

Se pueden documentar además algún hacha de cubo en Los Oscos, Navelgas (Tineo) y La Urz que responden a un modelo bastante difundido por Galicia, Asturias, león y Norte de Portugal que se relaciona con las hachas de cubo bretonas. Hallamos también hoces como las dos de Torre de Babia y la de Castropol, así como moldes para fundirlas en Sacaojos y Castropol.

Por otra parte, encontramos otros elementos específicamente atlánticos y seguramente importados que prueban la recepción de prácticas como el consumo ritualizado de carne por ciertas élites. Estas ceremonias aristocráticas, plenamente asentadas en Europa occidental en el siglo VII a. C., requiere un utillaje específico como los calderos y los ganchos para manipular la carne. Su difusión es a menudo extendidad como fructo de pactos y acuerdos comerciales, sellados con el regalo de objetos de prestigio. Este repertorio ritual atlántico (que tiene también un extensa fijación en las culturas mediterráneas) se concreta en el caldero de chapas broncíneas claveteadas de Lois, semejante al cántabro de Cabárceno y los restos de Villaceid (León), la Mazada (Zamora), Pico Castiello, Pendia y Tineo, que junto con hachas de cubo y hoces, confirman el estrecho contacto que en este Bronce Final III debió existir entre tierras leonesas y asturianas a través de los pasos de la cordillera. La presencia de ganchos está atestiguada en el yacimiento de El Castillo, en Barrios de Luna.

Los puñales de antenas de Sobrefoz (Ponga) o Peñacaroz (Boal), reflejan en los siglos VII y VI a.C. el final de la producción armamentista atlántica.

Muchos de los hallazgos metálicos aislados: espadas pistiliformes y las híbridas de lengua de carpa, brazaletes, hachas de talón y anillas, algunas lanzas, etc. coinciden cronológicamente con la plenitud cogotiana (entre los siglos XIII y mitad del IX a.C) y a inicios de la soteña, reduciéndose su concentración a medida que nos dirigimos al Sur, hacia el Duero. Se ha planteado la posibilidad de que sean gentes de Cogotas I los artífices de ese espectacular despegue metalúrgico hasta el Bronce Final III. Cogotas I se extiende por la Meseta, Andalucía y el Levante. Se piensa que sus gentes practicarían un pastoreo estacional que les llevaría a utilizar, durante los meses de invierno, los pastos de las tierras levantinas y sureñas. Asimismo, hay evidencias de prácticas agrícolas cerealistas. Los lugares de habitación presentan jerarquización de los asentamientos, con unos lugares centrales emplazados en lugares elevados con función centralizadora frente a otros pequeños emplazamientos con estructuras de habitación confeccionadas con materiales endebles. Los poblados vinculados a Cogotas I manifiestan una dualidad de ocupaciones en altura y en llano. Los yacimientos en llano suelen estar rodeados de tierras con amplios recursos agropecuarios, cercanos a los ríos, lagunas, etc. Cuya característica más evidente es la aparición de cerámicas asociadas a la fase cultural de Cogotas I y a la constatación de importantes campos de hoyos. Hay otros prominentes en posiciones dominantes desde el extremo de una alta terraza fluvial y otros delimitados artificialmente, a veces con foso y parapeto terrero.

Sin embargo los yacimientos leoneses relacionables con Cogotas I sólo se han localizado en los terrenos más sedimentarios de la cuenca del Duero (en los que no se puede valorar la existencia de una jerarquía de asentamientos) desconociéndose toda referencia al habitat en el norte y occidente de la provincia de León, al igual que en Asturias, mientras que en todas las zonas se encuentran hallazgos metálicos relacionables con el Bronce Final Atlántico.

Desde aproximadamente el VIII a.C. se acredita especialmente en las cuencas media y occidental del Duero, la presencia de un grupo cultural denominado Soto de Medinilla sin continuidad cultural con el grupo Cogotas I. En las viviendas circulares de adobe propias de Soto hay constancia de fundiciones broncíneas (crisoles, moldes de arcilla y tortas de fundición) en Lancia o Sacaojos.

Leyenda

Yacimientos vinculables a Cogotas I (naranja)
1.- “El castillo” Valencia de Don Juan
2.- “El Castro” Ardón
3.- “La Senada” Valle de Mansilla
4.- Granucillo de Vidriales
5.- “Las Labradas” Arrabalde
6.- “La Dehesa de Morales”
7.- Roderos
8.- Sacaojos
9.- “El Moreón” de Posadilla

Hachas de talón (azul)
1.- Molejón (Vegadeo, Asturias)
2.- Los Oscos (Asturias)
3.- Valabilleiro (Grandas de Salime, Asturias)
4.- Cangas de Tineo (Cangas de Narcea, Asturias)
5.- Larón (Cangas de Narcea, Asturias)
6.- Pena (Tineo, Asturias)
7.- Alava (Salas, Asturias)
8.- Malleza (Salas, Asturias)
9.- Santullano (Somiedo, Asturias)
10.- Teverga (Asturias)
11.- Lana (Asturias)
12.- Los Falares (Lena, Asturias)
13.- Sofaxera (San Pedro de Nora, Asturias)
14.- Brañas (Oviedo, Asturias)
15.- Avilés (Asturias)
16.- Perlora (Asturias)
17.- Langreo (Asturias)
18.- Sotrondio (Asturias)
19.- Tiraña (Laviana, Asturias)
20.- El Condao (Laviana, Asturias)
21.- Pruneda (Nava, Asturias)
22.- Rasa de Luces (Colunga, Asturias)
23.- Lastres (Asturias)
24.- Campo de Caso (Asturias)
25.- Cangas de Onís (Asturias)
26.- Caldueño (Llanes, Asturias)
27.- Collada (Tineo, Asturias)
28.- Serouro (Ibias, Asturias)
29.- Astorga (León)
30.- Cofiñal (León)
31.- Cornombre (León)
32.- Manzaneda de Omaña (León)
33.- Ponferrada (León)
34.- San Emiliano (León)
35.- Torneros de la Valdería (León)
36.- Villaverde de Arcayos (León)
37.- Camposalinas (León)
38.- Cistierna (León)
39.- La Bañeza (León)
40.- Mondreganes (León)
41.- Pontedo (León)
42.- Santa María del Río (León)
43.- Toreno (León)
44.- Vega de Valcarce (León)
45.- Villamizar (León)
46.- Villasabariego (León)

Hachas de cubo (celeste)
1.- Los Oscos (Asturias)
2.- Navelgas (Tineo, Asturias)
3.- La Urz (León)

Puñales y espadas (rojo)
1.- Espada pistiliforme de Sobrefoz (Ponga, Asturias)
2.- Puñal de antenas de Sobrefoz (Ponga, Asturias)
3.- Puñal de antenas de Peñácaros (Boal, Asturias)
4.- Puñal de Tineo (Asturias)
5.- Espada pistiliforme del Esla (León)
6.- Espada pistiliforme de Veguellina de Órbigo (León)
7.- Espada pistiliforme del Cea (León)
8.- Espada pistiliforme de Cabrera (León)
9.- Espada de lengua de carpa de Villafranca (León)
10.- Espada de lengua de carpa de Villaverde de la Chiquita (León)
11.- Puñales del depósito de Valdevimbre (León)

Puntas de lanza (negro)
1.- Ponga (Asturias)
2.- Depósito de Bembibre (León)
3.- Astorga (León)
4.- Revilla (León)
5.- Depósito de Valdevimbre (León)
6.- Depósito de Represa (León)

Brazaletes (blanco)
1.- Llamero (Candamo, Asturias)
2.- Astorga (León)
3.- Villaverde de la Chiquita (León)
4.- Aller (Asturias)

Hoces (amarillo)
1.- Castropol (Asturias)
2.- Miranda (Asturias)
3.- Ponga (Asturias)
4.- Torre de Babia (León)

Calderos de chapas broncíneas claveteadas (verde)
1.- Lois (León)
2.- Villaceid (León)
3.- Castro de Pendia (Boal, Asturias)
4.- Tineo (Asturias)
5.- Picu Castiello (Siero, Asturias)

6 Comments:

Anonymous J.F.M. said...

El artículo si bien en principio ha llamado mi atención, tras leerlo, como temía, me ha confundido. No entiendo la utilización, siguiendo la referencia cronológica que ofrece dentro del cuerpo del artículo, del término "territorio Astur" ¿a qué se refiere?
Por lo que intuyo tal vez quiera referirse a lo que siglos más tarde se definió como territorio Astur, pero cuando se refiere al siglo VIII a. de C. me confunde. ¿Acaso sostiene usted alguna teoría acerca de que en ese siglo y anteriores existía un pueblo que ocupaba un territorio delimitado con características comunes? ¿Cuáles serían los límites de ese territorio? ¿Son los que delimita con una línea roja en un mapa? ¿En que siglo data la existencia de ese pueblo y que características comunes y distintivas hace que delimite ese territorio y se distinga de las gentes que ocupaban los territorios limítrofes?

En cuanto a los hallazgos cercanos a los ríos, me confunde que generalice el contexto de esos hallazgos. Debería delimitar muy bien cuales y donde. La cantidad de hallazgos, relativamente pequeña, no permite generalizar de esa manera.

Me parece un artículo algo confuso y que puede inducir a confusión.

No quiero creer que hubiera una intención "nacionalista" en este artículo, buscando justificar la existencia de una herencia territorial desde tiempos remotos en concordancia con límites administrativos actuales.

Con esto sólo quiero hacerle ver que es necesaria una expresión más rigurosa de la información contenida, aún a riesgo de un lenguaje más denso y menos accesible, pero no debe sacrificar la calidad a cambio del populismo que nunca cumple con la divulgación sino con la extensión de conceptos erróneos. Hay ciertos temas en los que no se puede bajar el listón. Esto es si quiere usted que su artículo sea de calidad y no otro más.

6:39 p. m.  
Blogger Taliesin said...

Le agradezco su opinión pero
¿Si me hubiera referido a:
El Bronce Final en la provincia de León, El Bronce Final en la Comunidad de Castilla y León, el Bronce Final en Asturias ó El Bronce Final en la Meseta Norte le habría parecido menos "nacionalista"? ¿Menos anacrónico?
Me pregunta usted en qué siglo dato la existencia de los astures y qué características comunes y distintivas hace que delimite ese territorio. Esta pregunta se podría también aplicar a lo relativo a galaicos, vacceos, etc., otros pueblos prerromanos que los romanos reconocieron, distinguieron de otros y atribuyeron un territorio. Tal vez a usted le parecería más riguroso hablar del territorio de la Cultura Castreña del Noroeste, o de Soto de Medinilla, etc., pero a mi no. Me parecen artilugios creados para interpretar el pasado desde perspectivas actuales, para los que se fuerza su unidad y para los que no es posible encontrar sus límites.
Agradezco su atención y opinión.

8:37 a. m.  
Anonymous J.F.M. said...

¿Por qué califica de "artilugios creados para interpretar el pasado", Soto de Medinilla o Cultura Castreña y cree que es mejor hablar de "Bronce Final Astur"?

Si utiliza artilugios con el mismo significado de instrumentos, estoy de acuerdo, son necesarios, y más en clave divulgativa, que es lo que parece, acertadamente, pretender. Si el problema lo ve en, como usted dice "encontrar sus limites" no observo ningún problema. No considero prioritario fijar límites geográficos más allá de los aproximativos, es más, no creo que se pudieran fijar con exactitud bajo riesgo de tener que revisarse periódicamente.

Si usted se refiere a el “Bronce Final en la provincia de León” no creo que surgiera ningún problema, pero utilizar “Astur”, y hacer referencias del siglo VIII a. d. C. es cuando menos invitar a la confusión a personas que puedan leer este blog y que no tengan conocimientos más allá de los superficiales. Coincidiremos que este Blog está dedicado, a tenor de su contenido, a cualquier tipo de personas, y, como ya le digo, me parece un esfuerzo excelente y reconocible, pero debe usted, a mi parecer, evitar utilizar términos que si bien no van a confundir ni a usted, ni a mí, ni a mucha más gente, si pueden inducir a error a otras personas que se acercan a estos temas con interés y curiosidad, pero faltos de cierta base, algo en lo que seguro que coincidiremos es habitual.
Si podemos evitar esas confusiones, evitaremos artículos, blogs y páginas web que usted seguro que conocerá, llenas de anacronismos, errores o tremendas patadas a la inteligencia y que abundan como piedras en el camino.

Creí ver cierto interés "nacionalista" en sus palabras, al leer, por encima, eso si, otros artículos de su Blog, pero me extrañaría mucho que una persona interesada en la cultura, en la historia, la pusiera al servicio de otros intereses. Es por ello que le deje abierta la puerta a que usted mismo lo negara.

Me gustaría aclarar el punto con el que he comenzado este comentario.

Sin más, me despido.

Atentamente:

J.F.M.

6:28 p. m.  
Blogger Taliesin said...

Le aseguro que no soy nacionalista. Sin embargo soy consciente que a esta palabra se le está dando un uso un tanto ligero por lo que tampoco me extraña que se me atribuya.
Sobre lo de los artilugios... Sin duda reconocerá que en el estudio del pasado existen diferentes "escuelas" y que cada una de ellas ha promovido sus propios "modelos". En lo relativo al estudio arqueológico de lo relativo a la antigua circunscripción administrativa astur (que según nos dicen los cronistas romanos toma el nombre de una etnia reconocida por ellos, con una duración mucho más prolongada que la provincia de León y además más próxima en el tiempo al periodo estudiado) participan modelos propuestos desde Galicia y desde Castilla por lo que es perfectamente normal que el área astur se entienda como particularmente heterogénea. No es que sea incorrecto, sino la conclusión lógica de aplicar los modelos que explican arqueológicamente dos zonas a las que se supone homogeneidad e importancia sobre otra periférica a ambas que consideramos a priori como zona de transición. Proyectamos en el pasado lo que consideramos en el presente.

8:46 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Perdonen que me meta en su debate, pero tengo entendido que las teorías más recientes sitúan a la tribu de los astures al Sur de la actual provincia de León, situándolos en las cercanías del río Eria y posteriormente fueron los romanos extendieron este nombre a todo el territorio. Esta teoría se ha formulado, ya hace unos años, en el Instituto de Historia del CSIC.
Si me pueden aclarar esto se lo agradecería.

1:02 a. m.  
Blogger Taliesin said...

Anónimo, no tenía noticia. ¿Podría darme más detalles?

8:17 a. m.  

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