Horreos

el lugar
Desde las últimas estribaciones occidentales de la cordillera Cantábrica (Aneares, Fornela) hasta Picos de Europa; desde los extremos bercianos a las tierras altas del Cea, el hórreo ha sido una obligada construcción que complementa la vivienda o el pueblo.

La montaña central (Argüellos) se convierte en excepción, al no ser tradicional este tipo de construcciones.

Los hórreos son posiblemente la edificación más arcaica que ha subsistido hasta nuestros días sin apenas modificaciones. Los historiadores romanos ya los citan y, de forma más constatada, figuran en donaciones y documentos desde el siglo IX en tierras leonesas. La denominación popular más usual de entonces a nuestros días es la de "orrio".
Evocación del viejo palafito lacustre, el hórreo es la joya más evocadora de toda la arquitectura tradicional. León tiene el orgullo de ser la tierra que más variedades tipológicas ofrece. La calamidad y el abandono, sin embargo, han perseguido y destruido la mayor parte de este patrimonio.
Los hórreos

La cubierta del hórreo fue tradicionalmente de paja de centeno (mejor aislante para proteger los víveres en los calores del verano) y así se ven aún los que se conservan en Aneares y en el Bierzo Occidental donde se refuerza la "pallaza" con un cosido superior de paja en feje. Las cubiertas evolucionaron posteriormente hacia la pizarra (bercianos y lacianiegos) o la teja (montaña riañesa).
La construcción del hórreo se establece sobre pegoyos (postes verticales de madera o piedra) rematados por una losa ancha sobresaliente llamada tornarratas que impide a los roedores alcanzar su interior. Sobre los pegoyos se tumban las grandes vigas o trabes (también llamados cuadrales o pontones) ensamblados en sus esquinas y sobre los que se entablará el suelo del piso. Las paredes se forman con tablas verticales (en Valdeón se ven algunas horizontales). La cubierta presenta variaciones según la comarca.
La utilización del hórreo no siempre era individual ni todo el mundo podía construirse uno, de forma que la figura comunal o compartida ha sido la más frecuente.
Poste de madera, tabla de bosque, piedra solvente, pizarra en el sombrero, paja en la cumbre, teja después... He aquí las únicas "casas" leonesas con techo de madera.
los materiales

Ni siquiera aparece el hierro en los modos tradicionales de construcción de hórreos, tocia vez que las maderas se emsamblan por sí solas.
La piedra utilizada en los pies verticales o pegoyos se considera algo excepcional, ya que lo común en estos elementos es la madera de roble, en cuyo caso sí es necesario un apoyo de piedra cuadrangular, a fin de que la madera no se incruste en el suelo húmedo que provoca su putrefacción.
En Tejeira hay duelo entre la belleza arcaica y las degradantes soluciones de este tiempo.
La paja y la pizarra son el elemento común de techumbre de hórreo en el Bierzo y Laciana. Lo primitivo (y al parecer lo más sano) es la cubierta con cuelmo de paja.
El tornarratas es siempre una losa de piedra más o menos circular.
Los hórreos leoneses nunca integran un corredor de perímetro con barandilla, elemento característico del hórreo asturiano.
Fueron miles y hoy son recuerdo, tabla podrida, humo de hoguera. De los hórreos citados en el catastro de Ensenada queda en este tiempo una vigésima parte. La evolución de la vivienda y los cambios de usos rústicos culminaron su derrota.
... y más

En las cantigas de Alfonso X el Sabio se ilustra un hórreo monacal alargado que presenta su puerta de arco de herradura que hace suponer una integración de estilos o adornos mozárabes en esta arcaica construcción.
El ámbito geográfico del hórreo no estuvo reducido a la monataña leonesa y se citan hórreos en herencias y documentos en zonas de riberas e incluso del sur de secanos, donde el almacenamiento de granos se suele hacer en silos (a veces subterráneos).
Tullo y pajil. Aleara ver aún norma y sentido en reparaciones que hoy se acometen. '
Los hórreos de Prioro presentan como característica la escalera en tronco y cubierta a dos aguas (como los cántabros y vascos).
Los hórreos más arcaicos entre los leoneses se encuentran en Las Bodas (Boñar) y en Campo del Agua (Ancares).
Los de mayor tamaño (asentados sobre nueve pegoyos) se localizan en el valle de Sajambre.
alma del pueblo

Atrás
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home